marzo 25, 2020
por crocha
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El VIH en los tiempos de cuarentena

Por: Javier Hourcade Bellocq

Editorial.-
En dos meses de pandemia de COVID19, hemos aprendido que ningún país cuenta con sistemas de salud preparados, formados y coordinados para enfrentarla. Construimos el barco mientras lo navegamos, y bajo la excusa que todo es muy dinámico, estamos a merced de mucha improvisación y decisiones que no responden a las evidencias.

Es difícil preparase para lo que no se conoce, sin embargo, hace años que tanto la OMS como lo países desarrollados invierten en modelar y planificar como responder a la próxima gran pandemia en casa y en el sur global, conocida como el virus X. Se sabía, hace más de una década, que tarde o temprano tendríamos el surgimiento de una pandemia del virus X, de la familia de la influenza, de transmisión aérea como la gripe cuyo origen sería de la transición de animales a humanos. Una profecía auto cumplida.

Se dice que la pandemia recién empieza, luego de golpear Asia y Europa, llega a las Américas. Foto: Imaginamas.org.

Dicen que la pandemia recién empieza, y luego de calar hondo en el sur de Asia, ahora esta aniquilando una parte significativa de la población en Italia y España, y es claro ya que su siguiente eclosión será en los Estados Unidos.

El COVID-19 encontró terreno fértil en Europa por esa rara mezcla del frío que favorece la circulación de virus y la sorpresa y la soberbia de los llamados países desarrollados. Una ecuación que saldrá muy cara en vidas humanas. Quiénes trabajamos en temas específicos de salud, como por ejemplo el VIH y el sida, sufrimos en carne propia la doble vulnerabilidad y parálisis de los sistemas que a duras penas pueden con un virus, en un contexto donde la circulación ciudadana se ha visto totalmente restringida.

Salud pública y salud comunitaria

Leyendo y escuchando a personal médico, de epidemiología y de la política, una cosa es clara: los abordajes de la salud pública no están preparados para salir a la calle. Tenemos décadas de atención de salud intramuros -de primaria a terciaria-; profesionales de la salud trabajan incansablemente dentro de la sala o del servicio de un hospital. En consecuencia, son las personas las que deben movilizarse, tomar un número y esperar en el pasillo atestado de personas, probablemente enfermas, a ser atendidas. Salvando algunas experiencias específicas donde la atención primaria es además comunitaria, la salud en nuestros países es receptiva y reactiva. En otras palabras, hay que ir en busca de esta, pero esta pandemia nos está mostrando que venimos de un paradigma totalmente inverso a lo que los protocolos demandan.

Las epidemias y pandemias exigen la transformación de la salud hacia la prevención de la transmisión, con diversos modelos de contención social, y tratar algunos síntomas de aquellas personas que los manifiestan.

También enfrentamos una grave carencia de pruebas diagnósticas, rápidas y oportunas. Asumimos que las personas con síntomas tienen la infección por el coronavirus, y aprendimos en la marcha que hay muchas, nos se sabe cuantas, personas asintomáticas con la habilidad de transmitir el VIH.

El 24 de marzo se realizó una sesión de webinario sobre el Covid – 19 y VIH.

Prevención, comunicación y aislamiento

Prevenir la transmisión parecía sencilla y super básica: quédense en casa, lávense muchos las manos y estornuden o tosan en sus codos. Sin embargo, no  fue suficiente, y hoy nos hemos visto obligados a confinarnos en nuestras casas, en diferentes modalidades de cuarentena. ¿Hasta cuándo? Nadie sabe ¿Son eficientes? Asumimos que sí, pues todo esto es nuevo y muy dinámico. Creo que si estamos en una cama entubados a un respirador, escuchar que la cosa es nueva y dinámica solo genera desazón. Lo que hay es incertidumbre a grados históricos, y los medios de comunicación, sumado a las redes sociales, contribuyen a desinformar y des jerarquizar las fuentes expertas.

Viendo la devastación del COVID19 en China, seguido de Italia y España, es claro que el distanciamiento social y la contención de los casos es clave. Así es que todos, o la mayoría significativa, de las y los ciudadanos hemos abrazado la cuarentena, para la autoprotección y la del prójimo. Pero la realidad es que las únicas experiencias contemporáneas de cuarentena que tenemos son los toques de queda y estados de sitio de los regímenes y dictaduras. Estos aislamientos sociales forzosos suelen llevarse puestos muchos de nuestros derechos civiles y humanos, por empezar el de la libre circulación.

No se trata de cuestionar la cuarentena y el aislamiento social, algunos magros resultados estarían arrojando; sino en analizar cómo es que se hace. Estamos poniendo nuestra libertad e integridad física en manos de fuerzas uniformadas que no han sido capacitadas ni sensibilizadas. Imaginemos, por ejemplo, una mujer trans que vive con VIH que se dirige al hospital por su consulta y receta de antirretrovirales. ¿Cómo suponemos que será tratada en un retén militar en cualquier calle de nuestra ciudad?

La Salud Pública contemporánea implementa las cuarentenas más centradas en las personas que en el virus, de esa manera se logra el resultado en salud de contener la transmisión sin violar los derechos humanos. Muchos países conforman sus comités asesores de expertos sobre COVID19 y VIH, ¿Dónde están las Personas con VIH en esos Comités? A juzgar por algunos de sus recomendaciones las han omitido.

Y así, los adultos mayores sin recursos ni familia padecen hambre y a las personas con otros temas de salud, además del estrés adicional, se les dificulta el acceso a su medicación o tratamiento. Uno asume que los expertos en salud pública han estudiado o trabajado en países con conflictos internos armados, donde la circulación de ciudadanos está limitada, y el uso de un salvoconducto que los pacientes puedan bajar de una página web, más que experticia, requiere de sentido común. En el caso de Argentina, se acaba de aprobar la emisión de salvoconductos para personas que requieren asistir a los establecimientos de salud para retirar los medicamentos y está disponible aquí, una idea que podría ser replicada en diversos países.

A veces, los que se construyen muros mentales no nos dejan comprender la dinámica de las enfermedades altamente transmisibles, que se hospedan en personas, generalmente con algún tipo de vulnerabilidad o varias. Como unas persona que llevo más de treinta años viviendo con VIH, me produce mucha tristeza que como personas y profesionales no hayamos aprendido (o quizás olvidado) las lecciones duramente impartidas por el VIH y el sida. Y el estigma, la discriminación y la xenofobia se expresa en ese actuar patriótico de tantos ciudadanos de nuestra patria dispuestos a golpear y -quizás- hasta matar a cualquiera que desafíe la cuarentena. Es que todos llevamos un uniforme dentro, algunos de enfermera/o, pero muchos más de policías.

Qué sabemos sobre el COVID19 y el VIH

Hoy, promediando el mes de marzo, y gracias a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sabemos que:

1. No existe evidencia que el COVID19 afecte más o con particular agresividad a una persona con VIH.

2. Una persona con VIH tiene mas posibilidades de infectarse si se encuentra inmunosuprimida, y de poco vale jugar a la lotería de los CD4, pues estos cambian, lento, pero cambian. Si una PVVS no ha tenido una infección marcadora en el último año y su carga viral es indetectable, podemos deducir que sus CD4 alcanzan para mantenerle sin síntomas, y que su médico tratante tal vez tenga la respuesta.

3. Todas las personas con VIH deben estar en tratamiento antirretroviral e, idealmente, realizarse la rutina de pruebas de laboratorio.

4. Deben recibir medicación por no menos de tres meses, de forma tal que siempre tengan en sus casas un stock mínimo de más de un mes de medicamentos.

5. Los programas deben producir salvoconductos o credenciales que indiquen que esa persona esta autorizada a circular al centro de salud y farmacia sin necesidad de mencionar la enfermedad.

6. Si fuera posible y bajo el pleno consentimiento del paciente, se pueden enviar el tratamiento a las casas de los usuarios (siempre y cuando no afecte la confidencialidad).

7. Si aparecen síntomas compatibles con la infección del COVID19 o cualquier otro tema de salud, es clave comunicarse con el médico tratante u otro profesional antes de recurrir al centro de salud u hospital.

8. Los centros sanitarios deben desarrollar circuitos separados de atención y dispensación de medicamentos para las personas con VIH, pues es de esperar que en el pico de la epidemia, sean los mismos infectólogos y clínicos los que estén recibiendo a pacientes con complicaciones relacionadas con la infección del COVID19. La medicación se puede ubicar en ONG y centros de atención primaria, sacándolas de los hospitales.

Todo lo arriba detallado no es sólo para la información y conocimiento de las personas con VIH, sino para las direcciones y jefaturas de servicios y programas, pues implementar estas medidas, en su mayoría estarán en sus manos y no en las nuestras.

Corresponsales clave, junto con ICASO y NetworkSalud, acompañados por OPS y ONUSIDA organizó, el 24 de marzo, un webinario sobre COVID19, VIH, TB y hepatitis. Para acceder a más información experta, te invitamos a ver el video completo y hacer uso de los vínculos de las presentaciones y fuentes de referencia, que pondremos a disposición en las próximas horas.

Todos tenemos un teléfono o ordenador con cámara y acceso a wifi, aunque sea lo tomamos prestado. Es vital que no nos aislemos y no olvidemos a colegas y compañeros/as de militancia y trabajo que están observando la cuarentena en soledad. A veces un pequeño gesto hace un mundo de diferencia y no sabemos a ciencia cierta cuánto tiempo ni cómo la pasaremos en el sur global. Y no quiero cerrar sin reconocer el compromiso y el valor de las y los profesionales de la salud que ahí están comprometidos con dar esta gigante lucha.

Todos los artículos pueden ser compartidos y publicados siempre que sean citados los datos de la fuente.

Claves: coronavirusCovid-19CuarentenaICASOOMSOPS

marzo 23, 2020
por admin
Comentarios desactivados en CROI 2019: El insomnio parece estar relacionado con el riesgo de ataque cardíaco de tipo 2 en personas con el VIH

CROI 2019: El insomnio parece estar relacionado con el riesgo de ataque cardíaco de tipo 2 en personas con el VIH

Un estudio destaca la importancia de distinguir los tipos de infarto de miocardio de las personas con el VIH para adoptar enfoques preventivos y terapéuticos específicos

Miguel Vázquez – 18/03/2020

Un estudio estadounidense presentado en la XXVII Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI 2020) –que se celebró la semana pasada de forma virtual por causa de la epidemia por (SARS-CoV-2)– ha concluido que las personas con el VIH que sufren de insomnio tienen un riesgo sustancialmente mayor de sufrir un infarto de miocardio de tipo 2. Este riesgo mayor no ha sido identificado para el infarto de miocardio de tipo 1.

De forma general, los infartos de miocardio (también conocidos como ataques cardíacos) se pueden clasificar en dos tipos. El tipo 1 comprendería los infartos debidos a algún tipo de evento coronario como la ruptura de una placa o un desgarro en una arteria, mientras que el tipo 2 englobaría a los que se producen como resultado de un desequilibrio entre el suministro y la demanda de oxígeno y estarían vinculados a factores como hipertensión, sepsis o consumo reciente de cocaína.

Las conclusiones de estudios previos habían sugerido que el insomnio estaría relacionado con un mayor riesgo de que la persona desarrolle enfermedades cardiovasculares y se apuntaba a que esta dolencia podría desempeñar un papel en el aumento de la incidencia de infartos de miocardio entre las personas con el VIH. Por este motivo, se puso en marcha este estudio con el objetivo de evaluar la relación entre el insomnio y el primer incidente de infarto de miocardio en esta población, teniendo en cuenta si dichos infartos eran de tipo 1 o 2.

En el análisis se emplearon datos de 11.189 personas con el VIH que formaban parte de la cohorte de pacientes CNICS, que recibían atención sanitaria en ocho centros médicos académicos de EE UU.

Los datos de insomnio al inicio del estudio se obtuvieron a través de la propia declaración de las personas participantes y se definió como dificultad para conciliar el sueño o para mantenerlo, con presencia de síntomas molestos. La primera conclusión relevante de este estudio fue constatar que los problemas de sueño fueron muy habituales en general entre todos los participantes. Así, el 57% declaró tener dificultades para conciliar el sueño o mantenerlo y el 48% declaró que sus síntomas de insomnio le resultaban molestos. Este hallazgo coincide con la prevalencia de problemas de sueño entre el 50-70% de las personas con el VIH encontrada en estudios anteriores. Por comparación, se estima que, el insomnio puede afectar a entre el 10 y el 20% de la población general.

Para la evaluación de la posible relación entre insomnio y los tipos de infarto de miocardio se emplearon dos modelos estadísticos denominados modelos de Cox, que se ajustaron para tener en cuenta los siguientes factores de confusión:

  • Datos demográficos como edad, sexo, raza/etnia
  • Recuento basal de CD4

· Carga viral indetectable al inicio (definida como inferior a 400 copias)

· Uso de sustancias estimulantes (como, por ejemplo, cocaína o anfetaminas)

· Factores tradicionales de riesgo cardiovascular (hipertensión tratada, dislipidemia tratada, mala función renal, tabaquismo).

Se realizó el seguimiento de la cohorte entre 2005 y 2019 y las personas participantes recibieron seguimiento durante un promedio de 4,3 años, en el transcurso de los cuales se registraron 241 infartos de miocardio: 141 de tipo 1 y 100 de tipo 2. El análisis de los datos arrojó las siguientes asociaciones:

· La media de edad fue similar entre las personas que sufrieron el infarto de tipo 1 y las que padecieron el tipo 2 (51 y 49 años, de forma respectiva), pero en ambos casos fue mayor que la del resto de las personas participantes (43 años).

· Se registró un número superior de mujeres que sufrieron el tipo 2 (22%) que el tipo 1 (7%).

· Las personas que sufrieron un infarto de tipo 2 tuvieron unos niveles de CD4 más bajos que las personas que sufrieron el infarto de tipo 1 y también que el resto de los participantes (387, 499 y 532 células/mm3, de forma respectiva).

· El 33% de las personas que sufrieron un infarto de tipo 2 tenía una carga viral por encima de 400 copias, mientras que ese porcentaje fue del 22% en las que tuvieron un infarto de tipo 1 y del 21% en el resto de las personas.

Hubo personas que declararon sentir insomnio en todos los grupos, pero el porcentaje fue más alto entre las que tuvieron un infarto de tipo 2 (59%) que entre las que sufrieron un infarto de tipo 1 (47%) o las que no lo tuvieron (48%) .

Al realizar un análisis ajustado de los datos, se comprobó que los pacientes que declararon sentir insomnio fueron un 53% más propensos a sufrir un infarto de miocardio de tipo 2 que las personas que no tenían insomnio . Por el contrario, no se encontró relación entre el infarto de tipo 1 y el insomnio.

Los infartos de miocardio de tipo 2 registrados en el estudio se debieron en gran medida a sepsis o bacteriemia (35%), a hipertensión (10%) o el uso de cocaína u otras sustancias recreativas (8%).

El equipo de investigadores resalta la necesidad de investigar más a fondo la relación entre el insomnio y el infarto de miocardio de tipo 2, desglosado por causas, a fin de poder determinar los mecanismos subyacentes que lo provocan.

Fuente: Aidsmap/Elaboración propia ( gTt-VIH)
Referencias: Whitney BM et al. Insomnia and risk of incident myocardial infarction among people living with HIV. Conference on Retroviruses and Opportunistic Infections, abstract 644, March 2020.

marzo 12, 2020
por admin
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LANZAN PLATAFORMA DE GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO EN VIH

La plataforma es un espacio virtual, amigable y gratuito, que facilitará la identificación, recuperación y difusión de información. Su objetivo principal es la aplicación del conocimiento a través de la gestión de datos de manera sistemática y eficiente para todo tipo de usuarios (as), entre éstos tomadores de decisiones, organizaciones de la sociedad civil, universidades y otras instituciones formadoras de recursos humanos, centros de investigación, la cooperación internacional, poblaciones en mayor riesgo ante el VIH y usuarios (as) en general.

La plataforma proveerá el acceso y gestión al conocimiento sobre el VIH en el marco del compromiso internacional 95-95-95 y las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles 2030 (ODS) y permitirá la interacción entre usuarios  (as) para compartir comentarios, posiciones, experiencias y mejores prácticas, ya sea en foros de comentarios sobre documentos específicos o en espacios habilitados para desarrollar comunidades virtuales, en torno a temas puntuales, de tal forma que la plataforma generará diferentes canales de intercambio que posibiliten el enriquecimiento del conocimiento entre pares.

marzo 11, 2020
por admin
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Mujeres liderando la respuesta por una mejor salud

Por: Jacki Evans, Ibon Villelabeitia y Ernest Waititu

FuenteEl Fondo Mundial

En comunidades de todo el mundo, las mujeres están al frente de la lucha contra el VIH, la tuberculosis y la malaria, mientras se esfuerzan por llevar la salud a todos. Las mujeres representan casi el 70 por ciento de los trabajadores de salud comunitarios del mundo, pero sus contribuciones frecuentemente no son reconocidas y su trabajo es mal pagado.

En el Día Internacional de la Mujer, el Fondo Mundial celebra las contribuciones y experiencias de las trabajadoras de salud de la comunidad, ya que brindan servicios de salud y atención que salvan vidas a las personas y los lugares que más lo necesitan y que muchas veces son los más difíciles de alcanzar.

India

La Sra. Upasana está en la primera línea de la búsqueda de la India para derrotar a la tuberculosis. Upasana, una voluntaria de salud comunitaria, trabaja en el departamento ambulatorio de un hospital en Sonipat, al norte de Delhi. Camina entre las filas de personas que abarrotan la sala de espera, en su mayoría mujeres con saris coloridos, identificando a las personas con síntomas de tuberculosis. Una vez que encuentra un caso sospechoso, les acompaña a la sala de TB para acelerar el diagnóstico y ponerles rápidamente en tratamiento.

La tuberculosis se transmite de persona a persona al toser y estornudar, por lo que poner a las personas en tratamiento temprano reduce el riesgo de transmisión. “La gente viene al hospital con muchas enfermedades. Les explico los síntomas de la tuberculosis y les digo a las personas que traigan a sus familiares si tienen síntomas ”, dijo Upasana.

India tiene la mayor carga mundial de TB, pero está comprometida a poner fin a la epidemia para 2025. Los esfuerzos para encontrar y tratar a más personas con TB muestran un progreso notable.

Burkina Faso

Sylvie Ouedraogo salva vidas en su bicicleta. La malaria es la principal causa de muerte de niños menores de 5 años en Burkina Faso. Cuando llega la temporada de lluvias, Sylvie y sus compañeros trabajadores de la salud de la comunidad se suben a sus bicicletas y van de puerta en puerta para dar medicina antipalúdica preventiva a niños pequeños en áreas rurales. Sylvie se asegura de que todos los niños de las aldeas que visita tomen el medicamento. Una vez que termina con una cabaña, hace una marca con tiza en la puerta, vuelve a su bicicleta y pedalea a la siguiente cabaña.

«Me encanta ver que los niños crezcan saludables», dijo Sylvie, de 29 años, que tiene niños de 10, 5 y 3 años. Los médicos dicen que la quimioprevención de la malaria estacional ha reducido drásticamente los casos de malaria y anemia entre los niños menores de 5 años. Se ha demostrado que administrar tratamiento antipalúdico protege en un 75% contra la malaria grave y sin complicaciones en niños menores de 5 años.

Ruanda

Venantia Nyiraneza, una trabajadora de salud comunitaria en el distrito de Gisagara de Ruanda, llegó a la casa de Donata Muhawenimana, una joven embarazada de ocho meses con su primer bebé. Venantia estaba aquí para verificar el progreso del embarazo de Donata.

Venantia visita a mujeres embarazadas en su aldea, ofreciéndoles la información que necesitan para controlar sus embarazos y les aconseja sobre la necesidad de visitar los centros de salud durante el parto o antes en caso de complicaciones. Es una de las 58,000 trabajadoras de salud comunitaria en Ruanda que brindan acceso a la atención médica a hogares de comunidades rurales desatendidas. Estos trabajadores de la salud han transformado la forma en que se brinda la salud en Ruanda, convirtiendo a las comunidades en verdaderos agentes de su salud. 

Los beneficios para la salud de Ruanda se encuentran entre los más dramáticos del mundo. Desde 1990, la mortalidad de menores de 5 años ha disminuido en dos tercios y la mortalidad materna en tres cuartos, mientras que el porcentaje de mujeres que dan a luz en centros de salud ha aumentado de menos del 40% a más del 90% en la actualidad.

marzo 8, 2020
por admin
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Los grupos de población clave, víctimas de la violencia

Se ha avanzado mucho contra el estigma y la discriminación relacionados con el sida, pero las actitudes discriminatorias continúan siendo demasiado frecuentes en muchos países. La discriminación se puede manifestar en leyes penales que permiten la discriminación, el cumplimiento de la ley mediante la fuerza, los abusos y la violencia, y que empujan a los grupos de población clave a los márgenes de la sociedad, desde donde se les niega el acceso tanto a los servicios sociales como a los servicios básicos de salud, incluidos los servicios para el VIH.

Según los estudios y las encuestas realizadas en las diferentes regiones, elevados porcentajes de grupos de población clave son víctimas de violencia física y sexual: de entre los 36 países de los que se dispone de datos recientes, más de la mitad de los trabajadores sexuales en ocho países denunciaron haber sufrido violencia física y, en dos países, al menos la mitad dijo haber sido objeto de violencia sexual.

En cuatro de los diecisiete países cuyos últimos datos se conocen, más de uno de cada cinco hombres gais y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres denunciaron haber sido víctimas de violencia sexual.

20200127 Sex workers at high risk of violence

20200127 High levels of physical and sexual violence against gay men
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