Bien es cierto, tal como lo dice la introducción de este escrito, las mujeres Que viven con VIH tienen mayor accesibilidad a las pruebas y respectivo tratamiento bien sea por su conducta o La misma cultura que las ponderan como exhaustiva a la hora de priorizar su salud. No obstante, no podemos perder el foco en los hombres que a través de diversos estudios y reportes de salud muestran un desorden o poco interés en conocer su estado de salud, o si bien es cierto que lo conocen tienen comportamientos desinteresados en acceder al tratamiento.
Apoyo la intervención Lisbeth Solorzano, en enfocarnos a romper cadenas de continuidad, ya que lo continuo se hace habitual . Más programas de sensibilización, orientación y seguimientos al género masculino para su adecuada adherencia o su constante chequeo de salud